La alcachofa tiene origenes árabes. La alcachofa es originaria de la costa mediterránea, probablemente de Sicilia o de Egipto o de las Islas Canarias.
Según la mitología, cuenta que el dios Júpiter se enamoró de Cynara una chica rubia (rubio ceniza) guapísima, que le rechazó y para fastidiarla decidió transformarla en Cynara Scolymus: en alcachofa.
Consta que los romanos y los griegos ya la consumían, pero es gracias a Catalina de Mediccis, a quién le encantaban, que durante la Edad Media y la introdujo en la corte de italiana. A pesar de la creencia, que la alcachofa era afrodisíaca y no era bueno consumirla, ella siguió haciéndolo e hizo que los médicos lo aceptaran. En esa época era carísima y se la consideraba comida de ricos.
En América la alcachofa fue introducida por los franceses en Luisiana y por los españoles en California. También se extendió a Chile y en la Pampa Argentina.
Las alcachofas pertenecen a la familia de las Asteráceas o Compuestas y al género de las Cynaras. Necesitan un clima cálido y es una planta de temporada (bianual y trianual). Puede llegar a medir de 1-1’5 mts. de altura. Crece en terrenos: calcáreos, ricos , neutros, en profundidad y cálidos.
Ingredientes:
200 gramos de lentejas.
100 gramos de zanahoria.
50 gramos de pimiento verde.
100 gramos de cebolla.
1 diente de ajo.
250 gramos de corazones de alcachofas en conserva.
1 cucharadita de pimentón dulce.
4-6 cucharadas de aceite de oliva.
Sal.
Preparación:
Ponemos las lentejas con un pimiento verde y una zanahoria cortadas en cuadraditos muy pequeños en una cazuela y las cubrimos de agua a fuego vivo.
Cuando empiece a salir espuma, desespumamos con ayuda de una espumadera.
Al romper a hervir, bajamos el fuego al mínimo y las dejamos cocer durante una hora y media más o menos (depende del tipo de lenteja).
En una sartén ponemos el aceite con la cebolla y el ajo picado a fuego medio. Cuando esté transparente la cebolla, añadimos los corazones de alcachofas escurridos de la conserva, el pimentón dulce y rehogamos el conjunto durante 1 minuto. Reservamos.
Cuando estén cocidas las lentejas, tomamos un poco de caldo de la cazuela y añadimos al sofrito anterior, mezclamos bien y añadimos el resultado a las lentejas.
Damos un hervor a las lentejas con el sofrito de corazones de alcachofas, ponemos a punto de sal y servimos calientes.
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